1. Piensa en los demás más que en ti mismo.
Este va en contra de nuestra naturaleza humana porque todos somos más egoístas de lo que nos gustaría admitir. La búsqueda mundana de la felicidad implica amar las cosas y usar a las personas, pero el plan de Dios para la felicidad (modelado perfectamente por cómo vivió Jesús) es servir a los demás. No es pensar menos en ti mismo; es solo pensar menos en ti mismo. El orgullo, la codicia y el egocentrismo conducen a la miseria, pero servir a los demás y amar a los demás conduce a la alegría.
2. Sonríe y ríe tan a menudo como puedas.
Incluso en momentos difíciles, encuentra razones para reírte. A veces tienes que elegir sonreír incluso cuando tu cara quiere fruncir el ceño. Los estudios han demostrado que el simple acto de sonreír (incluso cuando no te apetece) puede hacerte sentir más feliz. Tienes más control sobre tu estado de ánimo de lo que crees. No tienes que seguir tus emociones. En realidad, puedes liderarlos la mayor parte del tiempo.
3. Gasta menos dinero del que ganas.
La felicidad no es el resultado de la cantidad de dinero que gana PERO podría verse afectada por la cantidad que gasta.En resumen, la deuda conduce al estrés y el estrés es un asesino de la felicidad. Si vives dentro de tus posibilidades y eliges contentarte con lo que tienes, puedes ser más feliz con una vida más simple que el hombre más rico de la ciudad en su mansión. No esperes comprar más cosas para hacerte feliz. Dar dinero es en realidad una mejor estrategia para encontrar la felicidad que gastar dinero.
4. Ser un animador; No un crítico.
Sus palabras tienen el poder de acumularse o derrumbarse. Sé un animador. El mundo ya tiene muchas críticos. El tono de tus palabras dará forma al tono de tu vida. Cuando eliges animar a los demás, será más probable que te alienten y la felicidad que brindas volverá a ti.
Por lo general, recibimos las mismas cosas que damos, así que da buenas cosas en tus palabras y tus acciones.
5. No te tomes demasiado en serio.
Tienes que poder reírte de ti mismo. No trates de ser impresionante; solo se real! No hay nada más impresionante que la autenticidad. Recuerda que Dios nunca te dijo que impresionaras a la gente; solo que los amaras. Amar a los demás es mucho más fácil cuando no siempre intentamos parecer de cierta manera.
6. No tomes tu misión demasiado a la ligera.
Si bien no debemos tomarnos demasiado en serio, debemos tomar nuestra misión muy en serio.Nuestras "misiones" tienen que ver con los trabajos que hacemos que son más grandes que nosotros (como criar hijos, compartir nuestra fe, trabajar para mantener una familia, etc.). Esas tareas pueden y deben ser lo más divertidas posible, pero no podemos tomar esas responsabilidades a la ligera. Trabajar duro en las cosas correctas conduce a la felicidad y a un legado que refleja una vida bien vivida.
7. Elija una actitud positiva incluso en circunstancias negativas.
No siempre puedes controlar tus circunstancias, pero siempre puedes controlar tu actitud. Elige tener una buena. Elija ver lo mejor en cada situación. En Filipenses 4,8, la Biblia nos ordena centrar nuestros pensamientos en lo positivo. Esto no es solo elegir ciegamente el optimismo o el "poder del pensamiento positivo", sino que es una elección consciente dejar que el cambio comience dentro de nosotros que esperamos ver a nuestro alrededor.
8. Ora cuando tengas ganas de preocuparte.
La oración no tiene que ser un ritual frío y sin sentido. Dios nos invita a entablar una conversación que da vida y cambia la vida consigo mismo. La oración nos recuerda que Dios está con nosotros, que Él es para nosotros y que es más grande que lo que sea que estemos enfrentando. La oración no siempre cambia nuestras circunstancias, pero siempre puede cambiar nuestra perspectiva.
9. Da gracias cuando tengas ganas de quejarte.
El acto de desahogarse o quejarse en realidad no nos hace sentir mejor. Nos da la ilusión temporal de sentirnos mejor, pero rápidamente nos sentimos peor que antes. La gratitud es el remedio de Dios para la negatividad. Cuando tenga ganas de quejarse, comience a agradecerle por todas las bendiciones en su vida. Descubrirá que es casi imposible estar agradecido y estresado al mismo tiempo.
10. Siga adelante cuando tenga ganas de darse por vencido.
Cuando tenga ganas de darse por vencido y cuando las cosas parezcan "imposibles", SIGA ADELANTE.
La perseverancia no está solo en el camino hacia la felicidad: ES el camino a la felicidad.
No dejes que los contratiempos te descarrilen. No dejes que el desánimo te desvíe. Sigue adelante. Mantenga el rumbo. Dios está contigo y hay grandes días por delante, nuevas emociones por descubrir y nuevas alegrías por conseguir.
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